Localicé dos ventanas antiguas de guillotina realizadas en madera de castaño.

Tomé una de ellas y la preparé, eliminando las impurezas y lijándola con cuidado de mantener el aspecto viejo, respetando sus varias capas de pintura originales y los desconchones que tenía.

Luego le apliqué dos manos de barniz blanco al agua.

Respeté el viejo cristal granulado, de 56x44 cm, y lo limpié convenientemente. Tras él coloqué un collage de cuatro cuadros al óleo.

Lo finalicé en febrero de 2017 con unas dimensiones de 70x59 cm.

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(Colección privada)

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