En un marco de castaño, de anticuario, que mide 33x43 cm, ensamblado a medias maderas con entalla, se pone un fondo sobre el que se colocan cuatro tizones de castaño en posición diagonal, de casi confluencia, hacia un punto excéntrico.

En ese punto se fija un cabo de vela quemado, simulando como el origen del fuego que provoca la combustión de los tizones.

Esta obra la finalizo en el mes de octubre de 2017.

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(Colección privada)