Corto un trozo de manzano de más de medio metro de largo, en una zona que tiene un nudo y un hueco provocado por algún parásito o por la propia putrefacción natural del árbol aún en pie.

Lo corto por la mitad en sentido longitudinal, de manera irregular, conservando el nudo, también hueco, en un lateral.

La falla interior la termino de vaciar con ayuda de varios tipos de gubias y luego le doy una intensa pasada con un cepillo de acero. Las distintas capas se van apareciendo y conformando unas sobre otras, ofreciendo una preciosa fisonomía natural.

Pulo la parte exterior con el cepillo de acero y lijas de diferentes granos, sacando y potenciando los diferentes colores de la madera, que van desde el color ceniza hasta el amarillo, pasando por tonalidades rojizas.

Una vez finalizado el lijado, le doy tapa poros y varias capas de barniz brillante, con lo que consigo un acabado muy interesante.

La coloco sobre una peana de granito negro granallado.

Finalizada la obra en febrero de 2016, tiene unas dimensiones de 58x20x10 cm y un peso de 2,4 Kg.

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(Colección privada)