Es una escultura realizada con 5 maderas recuperadas en una playa.

Sobre una peana de abeto rojo se coloca un tronco de madera de tonos rojizos, con un engrosamiento en la base, al que se le practican cinco agujeros de distintos diámetros, unos pasantes y otros sin sobrepasar el espesor de la madera.

En el extremo superior de esta pieza se coloca otra de las maderas de playa, un trozo de aliso, que se modela dándole forma de cabeza de loro.

Se apoya este grupo sobre la peana afianzándola con las otras piezas de pino, hiedra y sauce.

Se acaba la obra con una mano de tapa poros y posteriormente con barniz incoloro.

Terminada en mayo de 2018, tiene unas dimensiones de 88x64x22 cm y un peso de 4,1 Kg.

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(Colección privada)