A principios del año 2007, conseguí unos costeros de castaño, secos y muy viejos, posiblemente de más de 50 años.

Tomé uno de ellos y tras cepillarlo y lijarlo concienzudamente, manteniendo lo más posible su superficie natural, me propuse representar en él una serie de figuras de los petroglifos más representativos de la zona gallega.

Mediante gubias, formones y lija, realicé los surcos bajo relieve de los petroglifos, que resalté pintándolos de negro. El acabado final fue el barnizado.

De este modo quedó terminada una escultura para ser colgada de una pared, con las figuras siguientes, de arriba a abajo:

- Ciervo, de Outeiro do Cogoludo

- Cazador de cuadrúpedos armado y en actitud de avance

- Disco solar de Campiños

- Alquerque, de los más simples, un tres en raya

- Una alabarda de Auga da Laxe

- Una huella de ungulado

La escultura quedó finalizada en marzo de 2007, con unas dimensiones de 164x20x10 cm. y un peso de 10,7 Kg.

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(Colección privada)