Consigo un tronco de roble de formas muy irregulares y con el interior casi hueco. Le retiro la corteza y las ramas que considero inútiles.

Lo secciono longitudinalmente por la mitad y también lo saneo interiormente con cepillos de alambre de acero y otras herramientas cortantes. Lo pulo convenientemente y remarco las curvas de los nudos y huecos.

Le aplico varias manos de barniz rojo pelable por toda su superficie interior y exterior.

Las medidas resultantes fueron de 130 cm de longitud  por unos diámetros entre 20 y 30 cm.

La finalizo en abril de 2019, con un peso de 13 Kg.

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(Colección privada)