De un tronco de manzano corté un trozo que abrí en tres piezas a lo largo.

El interior del tronco estaba hueco y lo terminé de vaciar, con formones y gubias, hasta llegar a la parte sana, conservando parte del duramen y la albura.

Lijé y pulí con detenimiento todas las caras de las tres piezas, buscando un cambio de coloración muy peculiar de la propia madera.

Mediante 4 cilindros de boj uní las tres piezas entre sí. Las fijé a una peana de granito rosa granallado.

Finalicé el conjunto con un barnizado brillante.

Terminada en junio de 2016, tiene unas dimensiones de 45x20x15 cm y pesa 3,5 Kg.

​

(Colección privada)